Capaz que este sea un artículo que no te agrade leer, porque a nadie le gusta pagar impuestos.
Pero como dice el conocido economista de nuestro país, Pablo Herken, duele decirlo, pero hay que decirlo…. Esta es la realidad... Así de simple y sencillo, el Iva no forma parte de tus ganancias y es un error que consideres que esa porción que le sumas a tu precios de venta, ya sea que vendas productos o servicios, forman parte de tu utilidades.
Para que el pago del Iva deje de ser tu peor pesadilla, voy a tratar de explicarte en cristiano como funciona.
El objetivo de este artículo es que puedas hacer un cambio de chip mental, así te organizas mejor con tus finanzas, y de paso, empezas a quererle, un poco más, a tu Contador/a.
Para empezar a entender a este impuesto, empecemos aclarando su significado.
El IVA (Impuesto al Valor Agregado) es un Impuesto Indirecto. Los impuestos indirectos son aquellos impuestos que una persona paga al momento de comprar un artículo o un servicio, sin importar su nivel adquisitivo o nivel de renta (ganancia). Todos los ciudadanos pagamos por igual el mismo porcentaje al momento de la compra.
En resumen, el Iva no pagas vos como vendedor, el IVA lo paga el consumidor final, que sería el cliente, la persona que compra tu producto o servicio es la persona que paga el impuesto. Ahora, ¿qué sucede con ese impuesto que le cobras a tu cliente?
Esa porción queda bajo tu custodia, ingresa en tu caja o tu billetera, por un tiempo, hasta que llegue la fecha en donde le rendís cuentas a la SET y le pagas lo que corresponde, después de restar las compras (deducibles) que realizaste el mismo mes en donde vendiste ese producto o servicio.
Es muy importante tener en cuenta que si vendes un producto, el impacto del pago del IVA puede ser menor que los prestadores de servicios personales o profesionales. Ahora te estarás preguntado ¿Por qué existe esta diferencia? Esta diferencia se debe a que existe en nuestra reglamentación un tratamiento especial para liquidar el IVA de los prestadores de Servicios Personales y Profesionales, donde detalla y limita claramente los gastos que pueden ser deducibles o utilizados para liquidar el impuesto.
Si queres más información sobre le IVA Personal y profesional, podes leerlo en este artículo de mi Blog, dale link a este enlace.
Mi recomendación para que el IVA deje de ser un estrés, y puedas atender la llamada de tu contador/a sin miedos a la hora del vencimiento de tu iva es:
1- Trabajá con tu estructura de precios, si querés ganar 100.000 gs, tu precio de venta al público debe ser de 110.000 gs.
2- Trabajá con tu flujo de caja y con tu presupuesto mensual, prevé como un gastos fijo el pago de este impuesto.
3- Hace el ejercicio de apartar físicamente el monto presupuestado para el pago del iva, del monto total que ha ingresado a tu caja por la venta de tu producto o servicio.
4- Tu precio de venta al público debe incluir el monto del IVA. No podes decirle al cliente 100.000 gs sin Iva, 110.000gs con Iva, por ley está establecido que debemos ofrecer al consumidor nuestro precio de venta con IVA incluido.
Si pones en práctica estas recomendaciones, vas a darte cuenta que pronto vas a amigarte con este impuesto y va a dejar de ser tu peor pesadilla.
Si necesitas más ayuda, te invito a que visites mi Página web para que conozcas más sobre mis servicios. También podes suscribirte a mi blog y escuchar los episodios de mi Podcast, donde podes encontrar más contenidos que pueden ayudarte a amigarte con los impuestos.
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